Una de las cosas que hace que Albany Golf Club sea complicado es que, como TPC Scottsdale y otros campos del desierto, es un montón de calles extendidas sobre arena compacta.
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Los impulsores errantes tienden a encontrarse con arbustos y plantas, cuando no encuentran agua, por lo que cuando los jugadores se desvían, tienen dificultades para recuperarse sin importar qué tan lejos lo golpeen.
Viktor Hovland es uno de los mejores pilotos del mundo, parte de un subconjunto de jugadores de élite que promedian más de 300 yardas desde el tee y golpean el 60% de las calles. Hubo 13 de estos valores atípicos en el PGA TOUR la temporada pasada. Scottie Scheffler fue otro. Que cada uno de ellos haya disparado 66 para terminar uno-dos después de una salvaje ronda final el domingo en el Hero World Challenge no es una coincidencia.
"Cuando empecé el primer golpe y obviamente comencé a hacer algunos pares al principio, realmente no pensé que ganar estaba siquiera en cuestión", dijo Hovland después de una ronda al revés de cinco birdies y dos águilas.
¿Y por qué iba a hacerlo? Collin Morikawa, la superpotencia más confiable en el golf durante los últimos 18 meses, llegando al final de una temporada mágica, comenzó el día cinco sin su perseguidor más cercano. Estaba seis por delante de Hovland, su compañero de habitación durante la semana.
Y luego todo se volvió loco. Morikawa, que compite por convertirse en el cuarto jugador en alcanzar el No. 1 en el mundo antes de cumplir los 25, uniéndose a Tiger Woods, Rory McIlroy y Jordan Spieth, lanzó un impactante front-nine 41 para darle la vuelta al torneo.
Era el juego de pelota de cualquiera.
Hovland acababa de hacer tres birdies seguidos y estaba en un bunker en el green en la 9 cuando vislumbró una tabla de clasificación.
"Creo que estaba empatado en el liderato, tal vez un tiro atrás o algo así", dijo. "Ahí fue cuando supe eso, está bien, si juego muy bien en los últimos nueve, tengo una oportunidad".
Hizo exactamente eso.
Cinco jugadores tenían al menos una parte de la ventaja, pero Hovland estalló con águilas en los hoyos 14 y 15, el primero un par 4 alcanzable (hoyo out desde el bunker del green) y el segundo un par 5 (hierro 7 adentro). para su segundo disparo). También hizo birdie en el 16, construyéndose un colchón tal que los bogeys del 17 y el 18 fueron intrascendentes.
Sr. Working Vacation, Hovland llegó a las Bahamas después de haber acumulado sus tres victorias oficiales en el TOUR en el Puerto Rico Open y World Wide Technology Championship en Mayakoba (dos veces). Su segunda victoria consecutiva en Mayakoba llegó en su última salida en el Tour, hace un mes. Islas. Arena. Vacacionistas. Ese es su entorno, aunque no está seguro de por qué.
Cuando se le preguntó si la victoria no oficial se sentía como una oficial, dado que el campo de Hero incluía a seis de los 10 mejores jugadores del mundo, Hovland dijo: “¡Diablos, sí! Solo hay 20 muchachos en el campo, pero los jugadores aquí son realmente buenos, y siento que mis victorias han llegado cuando el campo no ha sido tan fuerte, así que para mí hacerlo bien en un campo como este me da mucho confianza."
Hovland seguirá siendo quinto en la FedExCup y se prevé que suba un puesto al octavo en el ranking mundial.
Morikawa venía de una temporada en la que ganó el Campeonato Mundial de Golf-Workday Championship en The Concession, el Open Championship, el DP World Tour Championship y la Race to Dubai, el primer estadounidense en ganar ese título de toda la temporada. Parecía un candado en Albany, hasta que hizo un doble bogey en dos de sus primeros seis hoyos.
Sam Burns estaba empatado en el liderato cuando subió dos veces al green 14 elevado solo para ver que su bola subía la colina, se detenía y regresaba a sus pies. Hizo un putt largo para un triple, aceleró su siguiente hoyo, lanzó 69 y empató en el tercer lugar.
Scheffler, quien hizo birdie en seis de sus últimos ocho hoyos, podría haber ganado de no ser por el triple bogey que hizo en el cuarto hoyo par 4.
Brooks Koepka, uno de los últimos jugadores en la cancha el sábado por la noche, jugó con Morikawa y tuvo un tiro externo a los cinco atrás. Por desgracia, dobló el séptimo hoyo y nunca encontró su juego A.
Luego estuvo la comedia de errores que le sucedieron a Jordan Spieth y Henrik Stenson , ambos ex ganadores de Hero, quienes golpearon desde los marcadores de salida equivocados en el hoyo noveno par 5 y fueron penalizados con dos golpes cada uno.
Al final, fue el analítico Hovland quien irá a la Navidad con más motivos para sonreír. Planea pasar las vacaciones en su casa en Noruega, donde hace demasiado frío para jugar al golf. Eso está bien, ya que admitió que está cansado y que le vendría bien un tiempo fuera del juego.
“Simplemente jugar en el PGA TOUR es bastante increíble”, dijo, “solo pensando en el lugar donde crecí y jugando golf en Noruega, estás jugando golf seis meses al año y es bastante descabellado incluso jugar golf profesionalmente procedente de Noruega.
"Entonces, para mí estar aquí y ganar torneos es bastante irreal", agregó.
Bueno, es real. Eso pasó. La calamidad fue para los otros muchachos, Hovland capitalizó sus fortalezas y dejó otro lugar tropical bañado por el sol como un ganador. Los números no mienten.
Fuente: PGATOUR
