La propuesta es tan atractiva que lleva a preguntarse por
qué no se había realizado antes, cuando ambos jugadores estaban en la plenitud
de sus carreras, pero la realidad es que en otros tiempos no habrían podido
alcanzar los ingresos que van a recibir ahora. El ganador del enfrentamiento
cara a cara (un match-play puro, al más puro estilo Ryder Cup) se
llevará la bolsa de nueve millones de dólares y la sensación de quedar
definitivamente por encima de su íntimo enemigo. A lo largo de sus trayectorias,
los dos californianos han pasado por fases más y menos tensas en su relación y
es en los últimos años cuando han estrechado más sus lazos. Por si el atractivo
de reunirles fuera poco, este curso ambos han recuperado su mejor juego y se
han reencontrado con la victoria (Tiger en el Tour Championship y Phil en en
Mundial de México), además de sido compañeros en la última Ryder de París.
Viva Las Vegas
Con la parafernalia que se le dedica a las grandes veladas
de boxeo, en la ciudad del juego están disfrutando de este acercamiento a un
deporte antes alejado de este tipo de montajes. Sí que es cierto que hace años
se disputaban skin games en los que había premios por hoyos o incluso la
batalla de Big Horn, que desencadenó el desencuentro entre Woods
y Sergio García al no entender el astro que el español
se tomase tan en serio lo que para él era un simple torneo amistoso. Pero el
dinero que ahora está sobre el tablero y la atención mediática que ha
despertado hacen de esta experiencia algo muy especial. «Si miramos más allá de
las cifras y nos centramos en la audiencia que nos verá, creo que podremos
hacer una gran labor de difusión de nuestro deporte - comentó el zurdo - pues
hay mucha gente que nunca vería un torneo tradicional de cuatro rondas
de 18 hoyos pero puede resultar atraída por este». Además, como los
protagonistas llevarán micrófonos, podrá escucharse todo lo que hablen en el
campo y asistir a los retos adicionales que se irán poniendo.
Como no podía ser de otra manera, al estar en la capital de
los casinos, los golfistas podrán apostar en cada hoyo por detalles
particulares (drive más largo, bola más cercana, mejor putt...) y esos importes
irán dedicados a distintas instituciones benéficas. Y, para no esperar hasta
mañana, el primer reto ya quedó establecido en la rueda de prensa. Mickelson
le dijo a Tiger que le apostaba 100.000 dólares a que haría birdie en el primer
hoyo, a lo que el genio respondió doblando la apuesta. Este es el ambiente
de rivalidad en el que se mueven. «Estaremos mentalizados como para un grande»,
avisó Phil. Pero lo más curioso el que el partido se celebrará a puerta cerrada
y no se venderán entradas para el público. Sólo se podrá ver por televisión de
pago (en España, en Movistar Golf).
Fuente: ABC