El reconocido golfista Tiger Woods viajó a Italia para
hacerle una visita sorpresa a su novia, Lindsey Vonn, quién celebraba su título
número 63 en Copa del Mundo de esquí alpino. Pero algo salió mal.
A Tiger Woods nunca le agradó demasiado la prensa; pero
ahora seguramente le agrade mucho menos. Según lo que explicó Mark Steinberg,
el representante de Woods, un choque entre hombres de la prensa, de fotógrafos
y cámaras ansiosos en el momento de la entrega de premios, hizo que uno de
ellos lo golpeara accidentalmente con su cámara en la boca,
partiéndole uno de sus dientes frontales.
Tiger Woods volverá a competir en su deporte la semana
próxima, en la ciudad norteamericana de Phoenix. Seguramente, los medios estarán
otra vez encima de él, fijándose más que nunca en su sonrisa.