Pablo Larrazábal vivió una jornada que se acordará en mucho tiempo y que a pesar de ello ha logrado pasar el corte en el Abierto de Malasia, después de que los servicios médicos le pusieran unas inyecciones y le sugirieron de que se tranquilizara
"Eran
como tres veces mayores que una abeja. Eran enormes y alrededor de treinta o
cuarenta comenzaron a atacarme. No sabía qué hacer. Mi caddie me dijo que
corriera, y empecé a hacerlo como un loco, pero las avispas me seguían, por lo
que otros jugadores me dijeron que saltara al lago", explicó Larrazábal.
"Corrí hacia el lago, me quité los zapatos a toda velocidad y me lancé al
agua. Fue el momento más terrorífico de mi carrera, seguro. Nunca he estado tan
asustado", añadió.