El deportista con más medallas olímpicas de la historia dejó
la piscina y está decidido a tomarse en serio su afición al golf.
"Me tomo en serio mejorar en el golf", dijo
Phelps, de 27 años y que recientemente firmó un contrato con una empresa que le
fabricará palos a la medida de su altura y de sus largos brazos, con los que
ganó 22 medallas olímpicas, 18 de ellas de oro, en la piscina.
"Tengo una meta en todo lo que hago", dijo
Phelps al diario Usa Today. "Hay días en los que tengo buenos hoyos, pero
aún hay otros horribles, así que ojalá pueda ser más regular, es algo que me
gustaría lograr", agregó.
Phelps reconoce que el trabajo en "The Haney
Project" le provocó ampollas y frustración. "Pero de repente, llegó
el nuevo año y literalmente no puedo dejarlo", afirmó el ex nadador.
Entre sus logros ya se cuenta un largo putt en el Alfred Dunhill Links Championship del año pasado.
"Su potencial es ilimitado debido a su capacidad
atlética", lo animó Haney. "Además, tiene una gran disciplina de
trabajo y ha tenido entrenador toda la vida, así que está acostumbrado a
recibir instrucciones, eso marca la diferencia".
"No es un principiante, pero está bastante verde",
afirmó Haney, que le alaba su potencia para lanzar largo aunque no tanto su
precisión.
Phelps, que se retiró en agosto del año pasado al final de
los Juegos de Londres, insistió el jueves en que no volverá a la piscina.
"Muchos grandes deportistas volvieron tras retirarse. Simplemente yo no me
veo haciéndolo", dijo tras negar tres veces un regreso al agua.
"Quiero ser un buen jugador de golf, pero eso no es
algo que se consiga de la noche a la mañana. Como tampoco la natación, tuve que
invertir muchos años", agregó.