Un milagro de los de Seve
Martin Kaymer después del putt que dio a Europa la victoria |
Si alguien creía en los milagros ese era Seve. Y hoy, en
Chicago hemos visto lo más parecido a uno. Europa, al más estilo del jugador de
Pedreña, dio un vuelco histórico en una jornada que jamás olvidará el Viejo
Continente.
Los de Olazábal necesitaban ganar ocho puntos después de
comenzar el domingo 10-6 y sacó a sus pesados para tratar de hundir mentalmente
a los americanos. La táctica no pudo terminar mejor ya que los europeos ganaron
los cinco primeros partidos. Lo más difícil ya estaba conseguido. Sólo quedaba
por conseguir tres puntos y Lee Westwood, Sergio García y Martin Kaymer
acabaron por enterrar las ilusiones de los americanos.
Vestidos como le gustaba a Seve (de azul marino y blanco)
los jugadores europeos rindieron el mejor homenaje a la leyenda del golf
español y mundial con un día de golf como los que no se recuerdan. Estos
momentos son los que hacen de la Ryder Cup algo distinto a cualquier
competición que se conoce en el mundo.
Europa tenía que salir a morir en los primeros hoyos y acabó
matando. Donald, primero, pasó por encima de Watson con un juego primoroso con
los hierros. Luego ,Rory McIlroy, puso en su sitio al agitador de masas e ídolo
local, Keegan Bradley, demostrando quién es el número uno del mundo.
Poulter, que activó a los europeos con su demostración de
garra del sábado, derrotó a Simpson en un precioso partido que se decidió en el
18. Lawrie fue un vedanval ante Brandt Snedeker que llegaba al torneo después
de ganar la Fedex Cup.
Europa ya era Europa y los 'yanquis' empezaban a temblar. El
punto que consiguió Dustin Johnson ante Colsaerts fue un duro golpe para los
continentales que, sin embargo, sabían que con tres puntos retenían la Ryder.
Ahí apareció el esperadísimo Westood para dar una clase de
tee a green a un Matt Kuchar destrozado por los nervios en el green. Sólo
quedaban dos puntos y Sergio García iba uno abajo al empezar el 17. Ahí Sergio
sacó la magia para dos valiosísimos pares y ver como Furyk se derretía en el
green del 18.
Había dos balas para conseguir el punto restante. Kaymer y
Molinari iban empatados con Stricker y Woods respectivamente. El alemán perdonó
en el 16, pero no lo haría en el 17. Stricker, desastrosa Ryder la suya, hizo
un regalo en el par 3 del penúltimo hoyo que puso por delante al jugador germano.
El alemán, sin duda alguna el jugador más discutido en esta
Ryder Cup por su malísima temporada, se sacó un tirazo antológico desde el
bunker de calle. Stricker necesitaba el birdie y sólo pudo sacar el par. Con
dos putts, Kaymer ganaba la Ryder. Para poner más emoción si cabe al asunto se
pasó en el primero. El segundo entró por todo el centro otorgando la Ryder a
Europa.
Fuente: Marca.