Rubén Anllo se proclamó el pasado fin de semana subcampeón
de España de esquí-golf, categoría scratch. Disputado en el Pirineo oscense, se
trata de una modalidad que combina, en dos jornadas, ambos deportes.
Era la
cuarta edición del certamen, que rinde homenaje a su impulsor, el campeón olímpico
Francisco Fernández Ochoa. Y el lucense, de 36 años, repitió el mismo puesto en
el podio que el curso anterior. En mayo representará a España en el Campeonato
del Mundo, en Austria.
Auxiliar de enfermería, Anllo ha encontrado la opción de
combinar sus dos pasiones deportivas. Durante cinco años fue monitor de esquí
en Vaqueira Beret; otros cuatro, cadi en el Tour Europeo femenino. «Me enterei do campionato na Federación
Vino e díxenme ??teño que participar??», afirma.
La primera vez fue toda una aventura. «Porque nunca competira en esquí», recuerda,
y el eslalon gigante fue una especie de reto. Este año, enmendó el problema con
entrenamiento. Además, recibió buenos consejos de un olímpico. «Tole Pantoja me dixo que tratase de anticiparme
nos xiros», desvela. Y dicho y hecho, sobre la nieve de Astún, en la
segunda jornada, enmendó los errores que le condicionaron en el campo de golf
de Las Margas.
Tres hoyos fatídicos
En la primera jornada, a mitad de recorrido, pudo decir
adiós a sus opciones de título, que era su gran apuesta. «Ía xogando incrible, pero nos buratos 10, 11 e 12
escapáronseme as opcións», dice, pues hizo tres golpes sobre el par en
cada uno. «Juan López, meu amigo,
que me facía de cadi, conseguiu que me centrase», admite.
Claro que no podía arriesgar en la primera manga de esquí,
en los 700 metros de descenso. «A
primeira baixada fíxena regular, a asegurar; a segunda, a tope»,
comenta. Lo suficiente para volver al podio.
Fuente: M. Pichel ( La Voz de Galicia)