El Disc Golf tiene ciertas similitudes al golf de campo, ya que su objetivo es recorrer 18 objetivos u hoyos en el menor número de intentos o lanzamientos posibles. En este deporte no hay palos (maderas, hierros, putter, híbridos) como en el golf tradicional, se juega con un simple y económico disco volador (frisbee), lo cual permite que sea un deporte muy accesible para cualquier persona que lo desee practicar.
El Disc Golf no tiene como objetivo único y exclusivo ingresar el disco volador a un hoyo, en este deporte la finalidad es insertar el disco en canastas metálicas, postes o árboles. Conforme el jugador avanza en el “fairway” debe hacer cada disparo desde donde aterrizó su último tiro; los árboles, arbustos y cambios de terreno ubicados en el campo ofrecen un reto más para el golfista. Finalmente, el putt aterriza en la canasta y el objetivo está completo.
El Disc Golf se puede practicar en cualquier parque público, además se pueden diseñar campos en cualquier área verde amplia. Los campos de Disc Golf pueden coexistir con instalaciones existentes en parques y áreas de actividad física. Su ubicación ideal combina bosques y terrenos abiertos, así como una gran variedad de cambios topográficos y campos.
El Disc Golf es una práctica deportiva de alta exigencia física, cuando se realiza a nivel profesional. Sin embargo, a nivel amateur es muy beneficiosa ya que trabaja diferentes partes del cuerpo, tales como la: superior e inferior del cuerpo, a través de acondicionamientos y aeróbicos, además de promover una combinación de habilidades físicas y mentales que tienen un muy bajo riesgo de lesiones musculares. También permite desarrollar la concentración por medio del dominio de los lanzamientos y de sortear los obstáculos.
Los jugadores de menos experiencia pueden iniciar lentamente y aumentar de forma gradual su nivel de juego. Este deporte no tiene un horario, ni clima determinado para practicarlo, es totalmente flexible en ese aspecto, pues una ronda toma de una a dos horas y se puede jugar sin necesidad de compañía, con lo que se elimina la dificultad de tener horarios de salida como en el golf tradicional.
Los “Discgolfistas” aumentan de manera progresiva en diferentes lugares del mundo, seduciéndose con un juego novedoso y entretenido. Tal vez sea este un deporte excelente para las personas que no se sienten atraídos por ninguna de las disciplinas deportivas tradicionales.
Fuente: Revista Gobierno