Ha decidido donar a las víctimas todo lo que gane en 2011 y espera sacar tajada en Augusta
Ryo Iskiakwa |
Ryo Ishikawa, de 19 años, es la nueva perla del golf japonés, y uno de los cuatro jugadores del país devastado por un terremoto y un tsunami hace casi un mes, que están invitados para jugar el Masters de Augusta. Ishikawa, quien con 15 años y 8 meses estrenó su palmarés en el circuito japonés –fue el más joven campeón de un torneo en cualquiera de los tours profesionales– mientras en otro evento del Japan Tour 2010 hizo 58 golpes en la última vuelta para ganar, tuvo un gran gesto la semana pasada: decidió donar íntegramente todos los premios que consiga en 2011 a las víctimas de la tragedia sufrida el 11 de marzo por su país. Y hablamos de una cifra que supera los dos millones de dólares; es lo que ingresó el nipón en 2010 en el capítulo de ganancias.
En Augusta, como en el resto del mundo, están tremendamente sensibilizados con el desastre
sufrido en el nordeste de la isla de Honshu. Ishikawa, que tiene su corazón roto aunque tras anunciar la donación se siente en paz y "al ciento por ciento física y anínimicamente", estaba en Miami cuando la diosa naturaleza asestó semejante golpe a sus conciudadanos, y no volverá en tres semanas. Es de Saitama y aunque ese fatídico día tardó en tener noticias de su familia, sus amigos están bien.
"La mejor manera de apoyar a la gente de mi país para que salga adelante es estar aquí y jugar bien. Quiero destacar el poder y la energía que puede transmitir el deporte a todos los que están sufriendo. Y si los golfistas que estamos aquí esta semana lo hacemos bien querrá decir que en este mundo los japoneses hacemos bien las cosas", áfirmó en su idioma.
sufrido en el nordeste de la isla de Honshu. Ishikawa, que tiene su corazón roto aunque tras anunciar la donación se siente en paz y "al ciento por ciento física y anínimicamente", estaba en Miami cuando la diosa naturaleza asestó semejante golpe a sus conciudadanos, y no volverá en tres semanas. Es de Saitama y aunque ese fatídico día tardó en tener noticias de su familia, sus amigos están bien.
"La mejor manera de apoyar a la gente de mi país para que salga adelante es estar aquí y jugar bien. Quiero destacar el poder y la energía que puede transmitir el deporte a todos los que están sufriendo. Y si los golfistas que estamos aquí esta semana lo hacemos bien querrá decir que en este mundo los japoneses hacemos bien las cosas", áfirmó en su idioma.
Destaca la calma y el orden
Ryo espera que con el dinero que recaude en premios este año "la gente se levante y vuelva a caminar para poder enderezar sus vidas. Ha pasado casi un mes desde la tragedia y estoy impresionado de cómo se ha comportado. Estoy orgulloso de ser japonés y emocionado por cómo mis compatriotas están afrontando la situación tan terrible que están viviendo: con calma y orden. Es increíble".
Ni que decir tiene que Ishikawa está deseando volver a su país para echar una mano. "Espero que pronto pueda encontrarme con la gente afectada y ayudarle en lo que pueda, no a corto plazo, sino a muy largo. Decidí hacer la donación de mis ganancias este año como ayuda patente y visible a mi gente y aunque ahora no pueda estar físicamente con ellos, sepan todos que estoy en corazón y alma. Tengo muchas ganas de regresar a mi país para ayudarles".
Desde que se hizo profesional Ishikawa ha tenido el apoyo de varios patrocinadores y el de su padre, banquero, para empezar a forjar una carrera que se intuye muy prometedora. Con 10 victorias ya en el saco, Ryo destaca que "a mí me lo han dado todo para llegar hasta aquí, así que ha llegado la hora de apoyar a los más necesitados, esa es mi responsabilidad como deportista. Es el turno de dar y por medio de la donación puedo asegurar que he conectado con la gente".
Testigo de la tragedia
Ishikawa no es el único golfista, en este caso, que ha sufrido con la tragedia vivida en su país. El joven Hideki Matsuyama, invitado en calidad de ganador del Asian Amateur Championship, declaró a su llegada a Augusta que "no sé si debería jugar, pero finalmente he decidido hacerlo por el apoyo de mi familia, mis amigos estudiantes y la gente de la universidad que ha sufrido con el terremoto y el tsunami. Lo voy a jugar por mí y por los que me han hecho ser lo que soy. El Masters ha sido un sueño para mí y ahora también será el sueño de todos ellos".
Matsuyama es de la región de Tohoku, que quedó literalmemnte arrasada. Su familia es de Ehime, ciudad en el distrito de Uchiko. Estudió en Sendai, asimismo devastada, y "a día de hoy no puedo confirmar que todos mis amigos estén vivos. Sí puedo decirles que he visitado las zonas afectadas, que he visto el desastre con mis propios ojos y es indescriptible. No puedo creer que haya habido tanta desgracia. Quiero volver a Sendai y ayudar como voluntario", añadió el joven amateur.
Y Yuta Ikeda, otro japonés presente en Augusta, aunque nació en Chiba fue a la escuela –totalmente arrasada– en Sendai
Fuente: Mundo deportivo